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El bordado de una acción cotidiana sobre un
pañuelo de tela, como un objeto íntimo, nos remite a las Labores del sexo, designación del rol femenino que se encontraba restringido
a los quehaceres domésticos que se realizan dentro del hogar. La serie bordada trata
de imágenes que son instructivos del cómo hacer y qué hacer, planteando esas
acciones como determinantes de una condición de género, antes subordinada y
pasiva.
El texto “Permitido Posar”, plantea una
posibilidad de elección frente a las determinaciones culturales y sociales del
género. Las letras fueron extraídas de un mantel de hule, que deja de ser un
objeto funcional para transformarse de soporte y excusa estética para dialogar
con una serie de representaciones pictóricas en dónde la mujer aparece como
modelo y objeto de deseo.
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